VOTO RAZONADO DEL JUEZ A.A. CANÇADO TRINDADE 1. Soy un Juez sobreviviente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El 29.11.2006, emití mi último Voto en este Tribunal, en la Sentencia sobre fondo y reparaciones en el presente caso La Cantuta, atinente al Estado peruano. Trascurrido más de un año, constato que, en el mundo del Derecho difícilmente hay lo "último". La presente solicitud de Interpretación de Sentencia me lleva a dejar constancia de nuevas reflexiones, sobre la cuestión planteada en el expediente ante la Corte, que presento como verdadero Juez sobreviviente de la Corte Interamericana. Durante la saga del largo ejercicio, de 12 años, de dos mandatos de Juez titular de la Corte, en que jamás me excusé de participar de cualquier deliberación y jamás perdí un día de trabajo en la Corte, tuve la ocasión, a través de los casos de violaciones de derechos humanos que conoció el Tribunal, de convivir con lo que hay de más sombrío en la naturaleza humana, en la búsqueda de la realización de la justicia. 2. Cuando pensaba que ya me había retirado al oblivion (servicio rendido, servicio perdido...), soy ahora convocado a deliberar sobre la demanda de Interpretación de Sentencia presentada por los representantes de los familiares de las víctimas en el presente caso La Cantuta. Me reintegro, pues, al Tribunal, con este propósito, como Juez sobreviviente. Mi farol imaginario, que ostento dentro del barco (la Corte) en que todavía así me encuentro en la alta mar tormentosa de los atentados contra la dignidad humana, ya no más apunta adelante, hacia la olas amenazadoras que de él se aproximan, inclusive amenazando hundirlo, - sino para atrás, hacia las olas que hicieran anteriormente temblar el barco, y ahora de él se distancian, llevando consigo la experiencia y las lecciones que me esfuerzo ahora en rescatar. Como el experimentado marinero de S.T. Coleridge, "I viewed the ocean green, And looked far forth, yet little saw Of what had else been seen"1. I. Prolegomena: Consideraciones Preliminares. 3. Soy - me permito reiterar - un Juez sobreviviente de la Corte Interamericana, y, como tal, sigo insistiendo, como lo he hecho en todos mis años en el seno de la Corte, en dejar constancia de la fundamentación de mi posición acerca de las materias tratadas en sus Sentencias, aunque incida dicha fundamentación sobre puntos que puedan a otros parecer prima facie sin mayor importancia. Para mí, todo es importante, y esto me ha enseñado la experiencia. Es cierto que, desde un prisma, la experiencia saca más de lo que da, pues las personas con experiencia se quedan más prevenidas; es esto comprensible e inevitable, pues conocen un poco más de la naturaleza humana. 4. Si los seres humanos nacieran ya con experiencia, no cometerían tantos errores (sobre todo en las primeras décadas de su vida), con cuyas consecuencias tienen que convivir después, quizás por toda la vida. "Experiencia" es un término que proviene del latín "experientia", análogo de "periculum", peligro. Así, nosotros que tenemos experiencia, podemos por lo menos consolarnos de ser sobrevivientes de peligros ya vividos. 5. Y, como sobreviviente, me siento enteramente libre, y en el deber, de dejar constancia de mis reflexiones, que podrán quizás ser útiles para la conducción del barco (la Corte) en la alta mar, siempre tormentosa, de los atentados interminables contra los derechos humanos. . 1 S.T. Coleridge, The Rime of the Ancient Mariner (1798), versos 443-445.

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